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La ocupación ilegal de inmuebles

La situación que comporta una vulneración del derecho de la propiedad o posesión de inmuebles es un tema con amplio contenido mediático en los últimos meses y que comporta un conflicto de intereses y derechos que, de alguna manera, deberían regularse a todos los efectos, para garantizar una convivencia y una seguridad jurídica que no puede ponerse en peligro permanentemente.

La regulación jurídica del tema en el Código Civil, artículos 441, 444 y 460, así como el artículo 250 de la LEC, vienen a asentar las bases del tema, ahora bien, será necesaria una regulación específica que permita abordar la situación, con un análisis en profundidad y atendiendo a las múltiples variables que suponen la situación planteada.

La vía penal, con evidencia de delitos de usurpación y allanamiento de morada, tiene su recorrido legal, si bien, nuevamente nos encontramos con el conflicto respecto a ocupaciones de necesidad, lo que nos conlleva a que existen problemas de todo orden a los que debería darse respuesta de manera urgente.

Lo que parece evidente es que el régimen jurídico, así como las vías procesales aludidas, no dan respuesta eficaz para la defensa de los derechos, en conflicto.

Muchas han sido las iniciativas al respecto en trámite ante las Cortes Generales, referidas a “garantías para la seguridad y convivencia” o “contra la ocupación ilegal y la propia convivencia”, intentando regular vía civil y penal, un tema con graves déficits interpretativos a la hora de conseguir unanimidad, hasta la fecha, imposible.

La problemática a la que hacemos mención, necesita, con urgencia, una regulación que interprete, de manera clara, la materia de posesión, los derechos reales, la sanción de delitos de usurpación y allanamiento; y todo ello, permitiendo que, de manera rápida, se puedan producir los desalojos de inmuebles, cuando los derechos del propietario sean evidentes. No olvidando las situaciones de necesidad y vulnerabilidad objetivas, que no pueden verse ocultadas por la aparición de “mafias” que, aprovechándose de la situación, imponen criterios y dudas a una realidad a la que no puede darse la espalda.