Autónomos. Novedades respecto a su cotización a la Seguridad Social.
A partir de este mes, entra en vigor una serie novedades, en materia de cotización a la Seguridad Social de los autónomos, que podemos concretar en lo siguiente:
1.- Cotización en función de rendimientos netos. Estableciéndose 15 tramos, con diferentes cuotas, que irán variado a lo largo de su puesta en práctica, pudiendo cambiarse, en repetidas ocasiones, las mismas, en función de los tramos que se vean afectados.
2.- Cotización en base a una tarifa plana de 80€ al mes, durante 12 meses, cuando los rendimientos del primer año estén por debajo del salario mínimo interprofesional.
3.- Por lo que hace a la protección, en caso de cese de la actividad, se amplían las modalidades para mejorar la cobertura de contingencias como pude ser la interrupción parcial de la actividad.
4.- Adaptación a los autónomos de mecanismos que solo se aplicaban a trabajadores por cuenta ajena, especialmente por lo que hace al cese de actividad, que podrá ser temporal, total o parcial y definitivo. También se dará cobertura a los autónomos con actividad profesional conjunta con otros en régimen societario.
Especial referencia es el régimen fiscal de los autónomos, tanto por lo que hace el RD 13/2022 de 26 de julio, que modifica la Ley 35/2006 del IRPF, como por el establecimiento de la obligación de declarar para aquellas personas físicas que hubieren estado de alta, en el período impositivo, como trabajadores por cuenta propia.
En definitiva, son novedades importantes, que no son óbice para analizar la opción de autónomo a fondo, antes de tomar las decisiones, como pueden ser el tipo de actividad económica, el IRPF aplicable, así como el IVA y las obligaciones subsidiarias como los pagos fraccionados.
Esperemos que la puesta en práctica de toda la dinámica que comentamos, suponga un avanza importante, para un sector de nuestra sociedad, repetidamente castigado, obviando la influencia del mismo en la propia salud económica del país, con especial referencia al volumen de negocio que representan, los puestos de trabajo que crean y la aportación a las cuentas públicas de su trabajo que, demasiadas veces, comporta riesgos inasumibles, que conllevan, inclusive, la puesta en peligro de sus patrimonios personales y familiares.